sábado, 20 de septiembre de 2008

V I O L I N I S T A .

Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera.
Un sujeto entra en la estación de Metro, va vestido con un pantalón vaquero, una camiseta barata y se sitúa cerca de la entrada...

Extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para toda la gente que pasa por allí, es la hora punta de la mañana.

Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro.

Nadie sabía, que ese músico, era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares.

Unos días antes, Bell, había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1000 dólares la entrada.

Esta experiencia que ha sido grabada en video, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín...

La iniciativa fue realizada por el Diario The Washington Post, con la finalidad de lanzar un debate sobre el valor del arte, y de su contexto.

CONCLUSIÓN: Estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un determinado contexto.

En este caso, Bell, era una obra de arte en sí mismo, pero fuera de contexto, un artefacto de lujo sin la etiqueta de la marca.

Véalo usted mismo

Nota: Tiene 41 años de edad. Al retirarse de tocar en el Metro tenía en su funda sobre el piso 32 dólares.

5 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Efectivamente es así, el precio de las cosas está dada por el lugar, el momento y la calidad. Como la gente no conocía la calidad, no apreció la belleza, lo cual es una pena.

Saludos

Osvaldo Murti dijo...

Uau... simplemente quedé asombrado.

Makeka Barría dijo...

Increible!!!!!

esteban lob dijo...

Me recuerda cuando Antonio Prieto, en su momento de mayor éxito, se disfrazó levemente para participar en un barrio de Buenos Aires en un concurso de imitadores de...Antonio Prieto.

Salió tercero.¡¡¡¡


Y no es broma.

Saludos.

MNB dijo...

AMIGOS Y AMIGAS:

Yo pienso que las personas iban apuradas a sus oficinas y tenían poco tiempo para distraerse en la maravillosa música de este eximio violinista.

Así como con Luis, Ulysses, Kharma, M. Angélica y Esteban pudimos ver este episodio genial,
les cuento que cuando estuvimos en Europa con mi caballero, nos impactaba cada vez que nos subíamos al Metro de cualquier país y siempre aparecía un niñito tocando violín y eso me emocionaba muchísimo.

Gracias por venir a nuestro blog.

Esteban: Muy buena tu anécdota de Antonio Prieto. Creo que poca gente lo sabe y es muy sabrosa, casi chilena.

Cariños.