UN CUENTO CHINO.
Un hombre rico y un hombre pobre conversaban:
-Si yo te diera el veinte por ciento de todo el oro que poseo, ¿me adularías? -preguntó el rico.
-El reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras mis cumplidos -contestó el pobre.
-¿Y si yo te diera la mitad de mi fortuna?
-Entonces seríamos iguales, ¿con qué fin adularte?
-¿Y si yo te lo diera todo?
-En ese caso, ¡no veo qué necesidad tendría de adularte!
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13 comentarios:
Sobre la inutilidad de adular las riquezas materiales, para obtener mas riquezas materiales.
Saludos
Hola, Ulysses:
Y justo me estaba acordando de ti por ese video que no entendí.
Gracias por aclarármelo en mi blog.
¡Qué buenos contertulios tienes!
Gracias por venir a vernos.
Cariños.
¡QUE BUENO ES ESTE BLOG¡
Ustedes dirán la cantidad que merezco por la adulación.
Jajajaja... siempre con su especial sentido del humor, Esteban.
Al contrario, en vez de adulación, terminaría con un huichipirichi!!!.... ayyyy, eso sonó cruel.
Cariños.
¿Saben?
A Esteban, yo lo nombraría el rey de los reyes, el señor de los señores, el caballero de los caballeros y mucho más...
¿Y... ¿cómo lo hacemos?
¿Con un galardón? No le gustan.
Con un rico asadito aquí en mi casa o en un restorán tipo La Tabla, Los Buenos Muchachos, El Quitapenas, etc.
Creo que le gustaría "El Parrón" Ése lo conoce todo el mundo y qué bien se come.
Vamos haciendo la lista de invitad@s, pues.
Me invitan al asado, quiero conocer a Esteban y tomarme unos tintos con el.
como diógenes cuando le dijo a alejandro que se apartara para poder tomar el sol
MNB-LUIS:
Les agradezco el pensamiento "culinario" en mi favor, pero tengan la seguridad que me considero amigo de todos ustedes, a mucha honra y sin necesidad de homenajes.
Un abrazo para todos.
Puchas Esteban, era el pretexto para ir a Santiago y para comernos un suculento asadito. pero bueno, será en otra ocasión.
Bueno, como somos pocos los que vivimos en Santiago, podemos hacer una fiesta virtual, ya que todo se puede en la red. ¿O no? Ésa es la magia de esto.
Abrazos.
Ciertamente no me opongo a un posible asado, pero no en calidad de homenajeado.
Como uno más de la tribu, no habría problema.
Esteban:
Quedemos en que no eres el homenajeado, sino un invitado.
Nos gustaría mucho a Gonzalo y a mí compartir contigo, tu señora y los blogueros que vivan en Santiago, más los que puedan venir.
¿Te tinca?
Sería simpático.
Tú decides.
Cariñotes.
Por supuesto no tengo inconveniente, querida MNB.
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